jueves, 1 de diciembre de 2016

El especialista Javier Smaldone participó del Foro Abierto “Voto electrónico, un desafío para la democracia”



Dijo que el voto electrónico da el control de la emisión del sufragio
 a la computadora y lo quita al votante

 El especialista en temas informáticos el riocuartense Javier Smaldone participó este miércoles  en el campus del Foro Abierto: “Voto electrónico, un desafío para la democracia”, que se llevó adelante organizado por la Secretaría de Extensión y Asistencia Técnica de la Facultad de Ciencias Económicas, a través del Programa de Promoción y Uso del Software Libre.
    También tomaron parte del Foro otros reconocidos especialistas en el tema, entre ellos, el riocuartense Javier Smaldone, como Daniel Penazzi, matemático y docente de la  Universidad Nacional de Córdoba; Javier Pallero, analista en políticas Tics, Rodrigo Iglesias, abogado y docente de la UBA; Nazareno Aguirre, director del Departamento de Computación, de la Facultad de Ciencias Exactas-UNRC; Marcelo Arroyo, docente del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas-UNRC y Enrique Chaparro, matemático y especialista en Seguridad Informática.
    Javier Smaldone explicó que “los sistemas de votos electrónicos tienen ya a la fecha desarrollos de más de 40 año en distintos lugares del mundo con resultados variables. Las formas de voto electrónico son de una gran variedad, más considerando los cambios tecnológicos de los últimos años. Podemos resumir una definición de voto electrónico diciendo que es aquel sistema en el cual el votante para expresar su voluntad electoral tiene que interactuar con un sistema informático”.
   “Hay una gran variedad de sistemas informáticos para votar,  el que se propone para usar en la Argentina es algo similar al que se usa ya en la provincia de Salta y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es un voto electrónico con respaldo de papel donde además el voto es almacenado digitalmente en un dispositivo que está en la boleta de papel. Es un chip similar al que podemos ver en los supermercados en los productos caros, una laminita de metal que tiene como un caracol”.
   Agregó que “esta laminita va a adentro del papel entonces cuando el votante emite el voto,  una opción en la computadora, la máquina imprime  el voto en ese papel y graba en el chip lo que eligió el votante en la computadora. Luego esa boleta se dobla  y va a una urna de cartón. Al final del día se abre esa urna y se cuentan los votos pasando los chips por la misma máquina que va haciendo el conteo hasta que se llega al resultado de la mesa electoral”.

Problemas del voto electrónico
   Sobre las limitantes del voto electrónico, Smaldone dijo que “tienen como inconveniente que la tecnología tiene el control del voto, no el votante. Le introducimos entre el votante y la emisión de su voto un sistema que está fuera de su control.  En tanto con boleta de papel sea con sobre o la boleta única que usamos en Córdoba y Santa Fé el votante está manipulando elementos que puede comprender, controlar y dominar completamente. Son elementos simples como lápiz y papel, sobres y puede asegurarse que lo que él quiere votar es lo que está poniendo en el sobre. Puede asegurase que la marca que está haciendo en la boleta es la que realmente quiere hacer. Y básicamente aseguran estos sistemas no electrónicos el espíritu de la Ley Sáenz Peña que es el carácter secreto del voto, nadie va a saber cómo votó”.
   Explicó que “en el voto electrónico, por ejemplo, como va a saber una persona qué es lo que se grabó en el chip, no lo podemos saber. La persona no sabe si el sistema informático grabó bien o no el voto que emitió, la opción que eligió, escapa a su posibilidad. Cómo puede saber el votante que esa máquina no registra quien vota y a quien vota. Por sus propios medios el  votante no puede saber si esa máquina no le está transmitiendo a un tercero dicha información”.
    “Frente a estos cuestionamientos que se hacen al voto electrónico, la respuesta viene por el lado de las auditorias. Es decir que el control del voto electrónico estará a cargo de auditorías de técnicos contratados de las universidades nacionales y de empresas privados que van  a revisar el sistemas y van indicar si el sistema ha funcionado como debiera.  Pasamos de un sistema de control del  votante a un sistema donde el votante pierde el control en manos de las auditorias. Otra vez la base del sistema electoral argentino se vuelve a caer porque el secreto de voto no queda en control del votante”.
     Reflexionó que “estos factores tenemos que agregarle que la ciencia informática, hoy al 2016, todavía no encontró la manera de producir sistemas absolutamente seguros ni de demostrar que un sistema es seguro. Incluso una auditoria informática requiere de equipos multidisciplinario con gente con conocimientos que son difíciles de conseguir. Así y todo una auditoria nunca es determinante en cuanto a la seguridad,  cuanto mucho pueden decir que hasta donde pudieron observar,  un atacante con determinados recursos a este sistema no lo puede vulnerar, parece ser seguro. Además los resultados de la auditoria serán bastantes incomprensibles para personas que no entiendan informáticas”.
   Smaldone destacó que “una auditoria informática es muy distinta a lo que normalmente entendemos por auditoria, por ejemplo a una auditoría contable. Es una auditoria que refiere a una tecnología que está fuera del control del votante. Y creemos que el robo de boletas o el voto en cadena ya ha sido solucionado con el sistema de boleta única. El voto electrónico ya fue probado en distintos países que volvieron al voto de papel como Alemania, Holanda, Austria, Reino Unido, Suecia, Irlanda. Creo que la boleta de papel tiene algunos problemas pero soluciona muchos otros y los problemas que tiene no son tan graves como los que introduce el uso de la computadora para votar”.
   “Los informáticos lógicamente no estamos en contra del uso de la tecnología informática pero sí decimos que es peligrosa en el voto electrónico, en la emisión del sufragio. Incluso proponemos usos de la tecnología para mejorar otros aspectos del sistema electoral como el escrutinio,  la confección de actas,  la transmisión de los datos de las escuelas al centro de cómputos, en la publicidad de los resultados, no olvidemos que en las últimas elecciones nacionales pasaron cinco horas y no había datos oficiales”.

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