En el marco del Programa de ingreso, continuidad y egreso en carreras de la UNRC, impulsado por
la Secretaría Académica de esta casa de estudios se llevó a cabo en el campus
el taller para profesores sobre
“Abordaje de ansiedad en contextos de enseñanza y evaluación”, a cargo del doctor Luis Furlán,
director del equipo de investigación en ansiedad en los exámenes del Laboratorio de
Evaluación Psicológica y Educativa de la
Facultad de Psicología de la
Universidad Nacional de Córdoba. El programa se completó con una conferencia
destinada a estudiantes sobre
Ansiedad en situaciones de evaluación. Las actividades fueron organizadas
por el Área de Orientación Vocacional de la UNRC.
En su paso por
el aula magna del campus local, Furlán
explicó que “la idea de este tipo de talleres y jornadas es trabajar toda la
experiencia emocional que acompaña el ir a rendir un examen. Todo lo que se
moviliza en nosotros ante de ir a un examen como seres humanos que quedamos
expuesto a la mirada de otro donde tendremos que demostrar el fruto de nuestro
aprendizaje. En estas situaciones sentimos muchas cosas distintas algunas
pueden ser más gratas y otras más perturbadoras. El tema que nos interesa son
los procesos psicológicos que intervienen en la regulación de estos estados
emocionales”.
Agregó que “hay
una parte que tiene que ver con los recursos desarrollados por el estudiante
para el afrontamiento de una situación
estresante pero también nos merece especial atención el docente como parte del
campo que transcurre la experiencia de rendir y como un acto que tiene
protagonismo muy alto sobre cómo se configura la situación, que puede tener una
incidencia central en el curso de los acontecimientos en un examen sobre todo
en el estado emocional del alumno. Las palabras del docente, los gestos, la
información que le devuelve al alumnos sobre cómo va a ser el examen tiene una
influencia muy grande para modular el estado emocional del alumnos al momento
del examen”.
Expresó que
“estas conductas del docente pueden contribuir a que el alumno gane en
confianza y desarrolle un buen examen o
también pueden causar un efecto perturbador de incrementar la inseguridad e
incluso detonar reacciones cercanas al pánico o llevar a la inhibición o
parálisis al punto tal que el alumno pierda la capacidad de lidiar con lo que
está pasando y que se venga abajo. El
docente es un actor muy importante en esta dinámica y por eso la idea de
nuestro trabajo, como en este taller, es ayudarlos a ampliar su grado de
conciencia sobre la importancia que tienen en una examen y cómo pueden
contribuir a que esta sea una experiencia mejor, más saludable para los
alumnos”.
Furlán dijo que,
por otro lado, “consideramos al docente
como un trabajador que va a la situación con sus propias emociones y que
reacciona emotivamente muchas veces ante el comportamiento de alumno. Entonces
cuando el docente no tiene un registro claro de sus propias reacciones
emocionales puede devolverle al otro información que lo complica. Un docente
tiene también expectativa respecto del alumno cuando éste exhibe otra cosa
diferente a la esperada el docente suele experimentar frustración.
“Lo importante
es ver como el docente puede encausar esta situación de forma productiva y que
ante todo resguarde el vínculo que tiene que haber entre el evaluador y el
evaluado, que no genere una ruptura, un incremento de la distancia que haga
para el alumnos más difícil la experiencia porque queda una memoria de un
evento que fue doloroso y frustrante para ambos protagonistas”, añadió.
El examen como una
instancia previsible
Furlán señaló que
“hay ocasiones en que un estudiante rinde con un docente que no conoce pero en
la mayoría de los casos hay un recorrido previo donde se va moldeando la
relación con un constante intercambio de información lo que configura un campo
en el cual después va a darse la evaluación. El tema es pensar la relación como
un vínculo desde antes del examen.
Además un examen
es una instancia que puede tornarse más previsible más claro en sus reglas de
juego en el cual se pueden prever varios aspectos preparatorios que pueden
hacer que el alumno llegue con la competencia suficiente a rendir. Esto implica
que el alumno puede anticipar de una forma más realista que es lo que va a
encontrar en el examen. Posibilidades muchas veces no aprovechadas en las
universidades”.
Concretamente
dijo: “Entiendo que el docente puede prever instancias que simulen durante el
cursado de la materia con qué se va encontrar el alumno en el examen. El
docente puede generar pautas para mostrar al estudiante qué se busca en esa
materia, qué criterios serán tenidos en cuenta en la evaluación, qué se
considera una respuesta adecuada, qué se considera una respuesta insuficiente,
qué se considera una respuesta errónea. Son múltiples factores, todos ellos de
utilidad para el alumno.
Aprender a
rendir exámenes es en algún punto un arte que requiere ensayos, práctica,
modelos de referencia y requiere
retroalimentación de nuestra conducta. Si esto no forma parte de la información
durante el cursado de la materia el alumno va tener que procurárselo de una
forma diferente. Lo podrá hacer desde lo informal, reuniéndose con los
compañeros, con lo que rindieron antes, lo podrá hacer con en un horario de
consulta con un docente accesible y dispuesto a conversar sobre aspecto de la
evaluación con él. Tiene que ver con aportar a la construcción de un examen
como un evento con un nivel alto de exigencia pero que no sea impredecible sino
que estén claras las reglas para que con una buena preparación los alumnos
puedan llegar fortalecidos al momento y
dar un buen examen”.
Acto de apertura
Por su parte durante el acto de apertura del
Taller la secretaria Académica Ana
Vogliotti dijo que esta iniciativa se vincula con otras dos y en la misma
dirección: el proyecto de integración a la cultura universitaria, que a su vez
se vinculan con las actividades de iniciación a la vida universitaria, y con el
proyecto para potenciar la graduación de carreras de grado de la UNRC. Subrayó que el tema del Taller, ansiedad en
situaciones de examen, es central y muy significativo en la vida universitaria porque la “situación
de examen puede incidir como factor de abandono, interrupción o retraso en el
cursado de las carreras”.
En tanto Eugenia Nieva, de Orientación
Vocacional, agradeció el apoyo de la Secretaría para concretar la presencia del
doctor Furlán e indicó que “desde
nuestra Área consideramos fundamental
trabajar sobre las problemáticas de los exámenes porque diariamente los estudiantes de todas
las carreras de la Universidad” plantean sus inquietudes respecto de este
punto.
El taller para profesores tuvo como
objetivos aportar nociones que ayuden a
comprender la dinámica emocional en situaciones evaluativas; analizar la
influencia que ejercen los factores
subjetivos individuales y del contexto familiar y educativo; reflexionar acerca
del rol de los docentes en los procesos de retroalimentación en situaciones de
evaluación e intercambiar experiencias acerca de prácticas que pueden favorecer
el bienestar y el malestar emocional en contextos de evaluación.
En
tanto la charla para los estudiantes tuvo como objetivos presentar nociones introductorias a la problemática de la
ansiedad en situaciones de examen, distinguir experiencias normales de
situaciones que requerirían asistencia;
y comprender la relación existente entre las maneras de estudiar y el
estado emocional al rendir.
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