El doctor Carlos Facundo Trotta
fiscal de la megacausa La Perla disertó en la UNRC sobre los
fundamentos del juicio más grande de la historia judicial de Córdoba en el que Luciano Benjamín Menéndez y otros 27
acusados por delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar recibieron
la condena a prisión perpetua. La
disertación se tituló: “La Perla y
después. Reflexionamos sobre la sentencia de la megacausa y los desafíos
futuros en materia de memoria, verdad y justicia”.
El fiscal Trotta expuso diversos
detalles del trabajo que llevó adelante en esta megacausa en el marco de una
disertación que se desarrolló durante más de dos horas en el aula magna de la Universidad. Previamente
mantuvo una breve reunión con el rector Rovere y otras altas autoridades
universitarias, de las facultades, de la FURC y con la participación de
organizaciones vinculadas a defensa de los Derechos Humanos. Antes de la
disertación el fiscal de la megacausa de La Perla fue declarado Huésped de
Honor de la UNRC.
La convocatoria estuvo a
cargo del Observatorio de Derechos Humanos de la UNRC, del Departamento de
Ciencias Jurídicas de la Facultad de Ciencias Humanas, de la Subsecretaría de
Derechos Humanos de la Municipalidad local, del Centro de Estudiantes de
Ciencias Humanas, de la Asociación de Ex Presos Políticos del Sur de Córdoba, de
la Comisión de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, de la Federación
Universitaria de Río Cuarto (FURC) e HIJOS.
Carlos Facundo Trotta inició su
disertación diciendo que “esta jornada demuestra el compromiso de esta
Universidad con los Derechos Humanos” y en este sentido recordó el aporte hecho
por los docentes de Geología en la
búsqueda de personas desparecidas por la dictadura junto al Equipo Argentino de Antropología Forense.
Dijo que Río Cuarto tuvo muchas víctimas del
terrorismo de estado y nombró a algunas
de ellas relacionadas con la megacausa como Rita Ales,
Gerardo Espíndola, Ignacio Cisneros,
Sergio Comba, Berta Clara Perassi, Juan Carlos Perchante, Rodolfo Alberto Ponce, Félix Roberto López,
María Susana Mauro, Rodolfo Lucio Espeche, María Zulema Ahumada, José Alfredo Duarte.
“Tanto a ellos como a los riocuartenses que lograron sobrevivir a La Perla les
dedicó esta charla” expresó entre medio del aplauso de los concurrentes.
En tanto, Mirta Aromataris, coordinadora del
Observatorio de Derechos Humanas de la UNRC, destacó el compromiso de Trotta
por la memoria, la verdad y la justicia. “Creemos –dijo- que fortaleciendo la
memoria vamos a evitar cualquier forma de atropello a la dignidad humana”, tras
lo cual agradeció al juez federal Carlos Ochoa –presente en la sala- porque
auspicio de puente con el invitado y a Graciela Susana Geuna, sobreviviente del
genocidio, quien dio el puntapié inicial para esta convocatoria.
Seguidamente el rector Roberto
Rovere dijo que “la megacausa de La Perla es histórica para la provincia y el
país” y que “más allá de las condenas que se conocieron el 25 de agosto de 2016
la búsqueda de la verdad continuará porque debemos seguir buscando la justicia
para poder vivir dignamente en el respeto a los Derechos Humanos. Agradezco al
juez Ochoa por sus aportes a que hoy
estemos aquí. También agradezco al doctor Trotta por su trabajo de cuatro años
en esta megacausa. Un ejemplo que debe repicar en nuestros jóvenes para que la
memoria este siempre vigente”.
De las actividades también
participaron el vicerrector Jorge González, el secretario General Enrique Bérgamo,
el secretario de Trabajo, Jorge Martínez, el secretario de Ciencia y Técnica,
Juan Miguel Marioli, la secretaria de Posgrado, Gabriela Maldonado, el secretario de Bienestar, Fernando Moyano, el
intendente de Las Higueras, Alberto
Escudero, Juan José Busso en representación del Consejo Social, la decana de la
Facultad de Ciencias Humanas, Gisela Vélez, el vicedecano de
la Facultad de Agronomía y Veterinaria, Sergio González, el juez
federal Carlos Ochoa y dirigentes de la Federación Universitaria de Río
Cuarto-FURC.
Dimensiones
Al entrar de lleno en la disertación Trotta comenzó el desarrollo de los
distintos puntos de la charla que presentó en el campus. “Me gustaría explicarles
para que ustedes se den una idea de la dimensión de la causa, que los alegatos se extendieron durante 5
meses, tiene 2700 fojas el alegato, son más de 20 causas acumuladas, más de mil
horas de filmación durante el juicio, 700 víctimas, 370 asesinadas, más de 300
desparecidos de los cuales 198 eran obreros o dirigentes sindicales y unos
pocos sobrevivientes. Ha sido el juicio más grande de la provincia de Córdoba, tan
grande como los juicios de la ESMA y de la Junta Militar”.
Agregó que “además en este juicio por primera vez juzgamos los delitos
de abuso sexual sobre las detenidas, los delitos económicos y el robo de niños,
específicamente el nieto de Sonio Torres. Juzgamos hechos cometidos en todos
los campos de concentración de la Provincia de Córdoba, una jurisdicción solo
comparable a Campo de Mayo y a la ESMA”.
Explicó el fiscal Trotta que “juzgamos la acción del terrorismo de
estado desde marzo de 1975 hasta diciembre de 1978 incluyendo el accionar de
diversos campos de concentración que van desde la D2 y las comisarías de Pilar
y de Unquillo. Juzgamos en este juicio el accionar de la Policía y del Ejército
antes y después del golpe de estado. La Perla integra todos los juicios
anteriores en Córdoba y por eso es una
megacausa que nos indica como funcionó el terrorismo de estado en Córdoba”.
Testimonios
Posteriormente el fiscal Trotta dijo que los más difícil de llevar era
la carga emotiva de los testimonios de las víctimas sobrevivientes y de los
familiares. “Creo que ni jueces, ni fiscales, ni defensores estábamos
preparados para escuchar durante más de tres años los relatos del horror. No hay posibilidad de
sobreponerse ante el relato del infierno
constante. Fue muy duro escuchar los testimonios de quienes vieron destruidos todos
sus proyectos de vida. No es fácil escuchar el testimonio por ejemplo de
Clarisa Duarte”, expresó.
Subrayó que las víctimas coincidían respecto al modo de operar del Ejército en La Perla y desde
el momento de la detención era el comportamiento de una patota que se llevaban
a los seres queridos de la gente al ultraje y la tortura, incluida la rapiña en las casas de las
víctimas. No es posible olvidarse el testimonio de una víctima, que pese al
momento de dolor finalmente agradecía que se los escuchara y que uno pudiera
darles información sobre el destino de sus familiares”.
Trotta subrayó que “estos juicios tienen la función reparadora de una
sentencia porque con esto el estado le dice a la persona que fue una víctima
del terrorismo de estado y que los autores no van a quedar impunes. Fue muy
impresionante ver la reacción de las víctimas y de los familiares cuando se
leyó el fallo el 25 de agosto con la condena de la mayoría de los acusados”.
La verdad histórica
El fiscal Trotta remarcó que otro hecho central vinculado con la
Megacausa La Perla es la reconstrucción de la verdad pese a que en este caso
pasaron más de 40 años. “Creo con la lectura de la sentencia llegamos a la
verdad. Este es un paso fundamental porque la dictadura manipuló la opinión
pública para justificar el genocidio. La manipulación fue una herramienta
utilizaba constantemente por la dictadura militar. La propia idea del algo
habrán hecho fue parte de la
manipulación. Los juicios descubrieron esa manipulación, pusieron al
descubierto esa manipulación de la opinión pública, como el argumento que había
una guerra, un argumento negado por todos los tribunales del país donde se
juzgaron crímenes de lesa humanidad”.
“Las víctimas fueron en muchos casos
militantes de organizaciones armadas que de todas maneras tenían el derecho a
juicio, el derecho a defensa, el país tienen leyes y hay que respetarlas ahora
como ayer. Estas víctimas no tuvieron juicios justos por lo tanto son
inocentes. Y muchos de ellos muertos o desaparecidos hoy estarían libres si se
hubiera respetado la Constitución Nacional, hubieran cumplido sus condenas. Pero
sí se les dio la posibilidad de defenderse a quienes fueron los victimarios.
Por eso tiene que quedar claro que no fue una venganza. Fueron juzgados por
tribunales de la Nación con total y absoluta imparcialidad”.
Sostuvo que “la mayoría de las víctimas, muchos de ellos estudiantes,
docentes, trabajadores, no saben hasta ahora porque fueron llevados, quizás sólo
porque querían un mundo mejor”. Y mencionó el caso de Susana Leda Barco que
estuvo tres años presa, un tanto en La Ribera y otro en la UPI 1, quien no
sabía aún porque fue detenida. Leda Barco oriunda de Villa María era en aquel
momento docente de la Universidad Nacional de Córdoba. Barco durante el testimonio
ante el fiscal atinó a decir que quizás les molestara que a ella le gustaba que
los alumnos aprendieran a pensar.
Y mencionó varios otros casos estremecedores como el de Silvio Viotti, el
de Roque Giménez, de Oscar Andrés Liñeira, Enrique Fernández Samar y Herminia Falik de Vergara.